miércoles, 26 de septiembre de 2012

COLUMNA, DIPUTADO LAUTARO CARMONA SOTO, DISTRITO 5


La adjudicación a favor de la empresa Soquimich S.A. del primer contrato especial de operación de litio, CEOL, para explotar 100 mil toneladas de litio por 20 años, priva al Estado y al país de la posibilidad de mejorar su soberanía e independencia y ocurre al mismo tiempo que los bochornosos hechos asociados al cierre de La Nación. Una vez más, la administración de Sebastián Piñera da muestras de gobernar para un puñado de grandes empresarios.

Es una burla inaceptable. En primer lugar, porque es el Estado, según la legislación, es el encargado de explotar el litio. Esta adjudicación usa y abusa de la legalidad por vía administrativa en vez de haberse dictado una ley como corresponde. En segundo lugar, porque tanto cuando se privatizó Soquimich como cuando se adjudica este primer contrato, una vez más hay parientes favorecidos por quienes están en el gobierno. El primero fue Julio Ponce Lerou, actual Presidente de Soquimich y yerno de Augusto Pinochet, y el segundo es Patricio de Solminihac Tampier, director de Soquimich y hermano del actual Ministro de Minería, quien se inhabilitó de participar de este proceso precisamente por esta relación de parentesco. Otro conflicto de interés que vive y atraviesa este gobierno siendo el pan de cada día.

Por último, esta adjudicación no va a favorecer una política de desarrollo del país ni del litio. Se puede desprender - por el valor de compra - que Soquimich seguirá haciendo lo que hasta la fecha hace, lo cual sólo beneficia a sus dueños y no invertirá en Chile ni en los chile nos y no habrá valor agregado ni industrialización asociada.

Precisamente advirtiendo lo que podía ocurrir presentamos hace poco, conjuntamente con diputados de todos los partidos, tres proyectos de acuerdo en relación al litio. El primero, aprobado por una abrumadora mayoría de diputados, solicitó al Gobierno cumplir con el envío de un proyecto de ley para completar el mandato del Art. 5º del Decreto Ley 2886 en relación al ejercicio de la reserva a favor del Estado en la explotación del litio. El gobierno tiene treinta días para responder y si no lo hace, insistiré en que cumpla este trámite. De lo contrario, estos contratos de operación del litio se ejecutarán sin el marco jurídico adecuado y quedan abiertos a interpretación de los tribunales.

De igual manera, seguiremos defendiendo el derecho del Estado a explotar el litio para beneficio de todos los chile nos, cumpliendo estándares ambientales,  exigencias laborales y promoviendo la incorporación de valor agregado. Insistiremos entonces en votar los proyectos de acuerdo pendientes sobre el litio y señalo desde ya que en mi criterio, la Cámara no podrá descartar ninguna medida que sea de su competencia para favorecer los derechos del Estado y su soberanía.

Pero este no es sólo un problema legal, sino político. Por eso hago un llamado a la ciudadanía, organizaciones sociales y a los trabajadores a velar por el interés público y los bienes comunes que son de beneficio de todos los chile nos y chile nas y defender con letras bien grandes el litio, frente a la pretensión por parte de este gobierno de regalarlo a través de la letra chica.

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