Boletín Nº7, Santiago Enero 2008 Célula Huelén.
BOLETÍN HUELÉN
Editorial: “¿Gente de Tierra?”.
Para muchos resultará inolvidable el tumbazo escupido por el arma del policía homicida el tres de enero recién pasado. Ese día, cerca de las seis de la mañana, unos veinte activistas y simpatizantes de la causa Mapuche entraron en el Fundo Santa Margarita de Vilcún, propiedad de Jorge Luchsinger, y realizaron una quema de fardos de paja en señal de protesta por la usurpación de tierras ancestrales. En medio de la quema, el cuartel de policía instalado exclusivamente para la protección del dueño del lugar, comenzó a disparar contra los manifestantes. Matías Catrileo (22), estudiante de agronomía de la Universidad La Frontera de Temuco, cayó muerto tras recibir un disparo en la espalda que le perforó el pulmón izquierdo, salió por su abdomen y alcanzó el dedo índice de su mano izquierda. Su muerte, precedida por la de Alex Lemún en 2002, volvió a encender el conflicto histórico del pueblo Mapuche.
Desde sus inicios el Estado de Chile ha sido incapaz de enfrentar el problema indígena como lo que es: un conflicto cultural, político, económico y social. Los mapuche, durante décadas, han buscado reivindicar los derechos de la sociedad aborigen sobre sus territorios y a partir de ello, reinstaurar su forma de vida ancestral, ajena a las normas que rigen la sociedad chilena. Mientras luchan por conseguirlo; abusos de poder, muertes, usurpaciones de tierras, pobreza, discriminación y marginalidad son tan sólo un botón de lo que este pueblo ha debido enfrentar desde el inicio de nuestra República.
Ya en 1900 la población Mapuche es incorporada subordinadamente a la sociedad nacional. Por ese entonces, el proceso de radicación otorgó pequeñas porciones de tierras a las familias y no reconoció la estructura territorial ancestral y antigua de las comunidades. Comenzó la pérdida de territorios, que desató fuertes abusos sobre las comunidades indígenas y dio inicio a lo que sería una historia de violencia y muerte. Desde entonces, la migración a la ciudad conllevó pobreza y discriminación; mientras que quienes se mantenían intentando recuperar sus territorios sufrieron represión y muerte. De hecho, en los últimos diez años centenares de mapuche han sido detenidos, decenas han sido procesados, y al menos diez de ellos condenados por acciones de protesta desarrolladas en el marco de conflictos de tierras, las que han sido consideradas por la justicia como acciones terroristas.
Hoy resulta cuando menos gracioso que la Presidenta nombre una comisión para enfrentar el ''problema indígena'', presidido por su flamante nuevo jefe de Gabinete, Edmundo Pérez Yoma. Tras años de inercia, sin ninguna preocupación real de los gobiernos Concertacionistas por el confllicto, resulta cuando menos curioso que al aumentar la movilización mapuche por los reclamos históricos de igualdad y justicia, el Gobierno decida preocuparse por el problemita… ¿no será más bien una vocación por silenciar el movimiento?
Habrá que esperar para ver qué sucede; sin embargo, es ineludible asumir que no habrá ni justicia ni igualdad para los mapuche, mientras no existan políticas públicas adecuadas que se hagan cargo de toda las discriminación, represión y pobreza de la que ha sido víctima este pueblo.
Es inverosímil que Mapuche o “gente de la tierra”, sea una etnia que hoy en nuestro país no tenga tierra, ni recursos, sea una de las más pobres, y marginadas, además de criminalizada y condenada. Por supuesto, una real vocación de justicia, implicaría que el Estado devolviera las tierras ancestrales que fueron usurpadas, es decir, que actuara en base a los derechos humanos y no al dominio omnipotente del capital. Lamentablemente, esto es casi como exigir lo imposible a personajes políticos que no han hecho más que profundizar el sistema instaurado por Pinochet, donde el capital, el empresariado y los terratenientes, son los únicos validados para tomar decisiones.
BOLETÍN HUELÉN
Editorial: “¿Gente de Tierra?”.
Para muchos resultará inolvidable el tumbazo escupido por el arma del policía homicida el tres de enero recién pasado. Ese día, cerca de las seis de la mañana, unos veinte activistas y simpatizantes de la causa Mapuche entraron en el Fundo Santa Margarita de Vilcún, propiedad de Jorge Luchsinger, y realizaron una quema de fardos de paja en señal de protesta por la usurpación de tierras ancestrales. En medio de la quema, el cuartel de policía instalado exclusivamente para la protección del dueño del lugar, comenzó a disparar contra los manifestantes. Matías Catrileo (22), estudiante de agronomía de la Universidad La Frontera de Temuco, cayó muerto tras recibir un disparo en la espalda que le perforó el pulmón izquierdo, salió por su abdomen y alcanzó el dedo índice de su mano izquierda. Su muerte, precedida por la de Alex Lemún en 2002, volvió a encender el conflicto histórico del pueblo Mapuche.
Desde sus inicios el Estado de Chile ha sido incapaz de enfrentar el problema indígena como lo que es: un conflicto cultural, político, económico y social. Los mapuche, durante décadas, han buscado reivindicar los derechos de la sociedad aborigen sobre sus territorios y a partir de ello, reinstaurar su forma de vida ancestral, ajena a las normas que rigen la sociedad chilena. Mientras luchan por conseguirlo; abusos de poder, muertes, usurpaciones de tierras, pobreza, discriminación y marginalidad son tan sólo un botón de lo que este pueblo ha debido enfrentar desde el inicio de nuestra República.
Ya en 1900 la población Mapuche es incorporada subordinadamente a la sociedad nacional. Por ese entonces, el proceso de radicación otorgó pequeñas porciones de tierras a las familias y no reconoció la estructura territorial ancestral y antigua de las comunidades. Comenzó la pérdida de territorios, que desató fuertes abusos sobre las comunidades indígenas y dio inicio a lo que sería una historia de violencia y muerte. Desde entonces, la migración a la ciudad conllevó pobreza y discriminación; mientras que quienes se mantenían intentando recuperar sus territorios sufrieron represión y muerte. De hecho, en los últimos diez años centenares de mapuche han sido detenidos, decenas han sido procesados, y al menos diez de ellos condenados por acciones de protesta desarrolladas en el marco de conflictos de tierras, las que han sido consideradas por la justicia como acciones terroristas.
Hoy resulta cuando menos gracioso que la Presidenta nombre una comisión para enfrentar el ''problema indígena'', presidido por su flamante nuevo jefe de Gabinete, Edmundo Pérez Yoma. Tras años de inercia, sin ninguna preocupación real de los gobiernos Concertacionistas por el confllicto, resulta cuando menos curioso que al aumentar la movilización mapuche por los reclamos históricos de igualdad y justicia, el Gobierno decida preocuparse por el problemita… ¿no será más bien una vocación por silenciar el movimiento?
Habrá que esperar para ver qué sucede; sin embargo, es ineludible asumir que no habrá ni justicia ni igualdad para los mapuche, mientras no existan políticas públicas adecuadas que se hagan cargo de toda las discriminación, represión y pobreza de la que ha sido víctima este pueblo.
Es inverosímil que Mapuche o “gente de la tierra”, sea una etnia que hoy en nuestro país no tenga tierra, ni recursos, sea una de las más pobres, y marginadas, además de criminalizada y condenada. Por supuesto, una real vocación de justicia, implicaría que el Estado devolviera las tierras ancestrales que fueron usurpadas, es decir, que actuara en base a los derechos humanos y no al dominio omnipotente del capital. Lamentablemente, esto es casi como exigir lo imposible a personajes políticos que no han hecho más que profundizar el sistema instaurado por Pinochet, donde el capital, el empresariado y los terratenientes, son los únicos validados para tomar decisiones.
Pueblo mapuche y la necesidad del convenio 169
Domingo Marileo, dirigente de la Asamble Nacional Mapuche de Izquierda y miembro del Comité central del Partido Comunista de Chile dice sobre la necesidad de ratificar el convenio 169 de la OIT, "que reconoce los pueblos indígenas como sujetos colectivos de derechos, establece a nuestro favor derechos de propiedad y posesión sobre las tierras, los territorios y los recursos naturales".
El convenio 169 de la OIT es el único instrumento internacional específicamente dedicado a los pueblos indígenas, cuyas disposiciones establecen orientaciones para abordar los conflictos que hoy afectan a los pueblos indígenas. La importancia de la ratificación de este Convenio, que reconoce los pueblos indígenas como sujetos colectivos de derechos, establece a nuestro favor derechos de propiedad y posesión sobre las tierras, los territorios y los recursos naturales, derecho a la educación y salud etc. Dicho instrumento internacional ha permanecido en el Congreso Chileno a la espera de su ratificación desde 1991.
Es por ello, que lamentamos y rechazamos categóricamente la maniobra gestada por el gobierno y la comisión de relaciones exteriores de la cámara del senado, encabezado por el senador Roberto Muñoz Barra en el sentido de ratificar el convenio 169 de la OIT con una declaración interpretativa del articulo 35 del referido instrumento internacional, este procedimiento viene a anular todo el efecto evolutivo del convenio y no permitirá aprobar la declaración sobre los derechos de los pueblos indígena de la ONU.
Tal expresión viene a ratificar lo inhumano que es el actual sistema de administración neoliberal que sustenta el gobierno de la concertación ya que lo que pretende en forma engañosa es una brutalidad hacia los legítimos derechos que históricamente reclaman los pueblos Indígenas.
Ante este escenario llamamos a todos los senadores que cuando se discuta en la sala se rechace la interpretación y se ratifique el convenio tal cual lo estipula la OIT y, como fue ratificado en la cámara de diputados.
Al mismo tiempo llamamos a la central unitaria de trabadores CUT como parte integrante de la OIT a rechazar y a denunciar esta burda maniobra del gobierno y de la comisión RREE del senado Chileno.
Es Urgente que los pueblos Originarios de Chile estemos en alerta y nos movilicemos en rechazo de esta nueva estrategia de asimilación por quienes fomentan el racismo y la xenofobia.
En el mismo orden como Asamblea Mapuche de Izquierda, hacemos un llamado a todo el pueblo Chileno en sus distintas instancias orgánicas: Partidos políticos, sindicatos, Iglesias, Pobladores, jóvenes, etc. a solidarizar por nuestros derechos históricos como pueblos originarios. Así mismo, estamos seguros que una vez mas la solidaridad de la comunidad internacional estará con nuestros pueblos.
El convenio 169 de la OIT es el único instrumento internacional específicamente dedicado a los pueblos indígenas, cuyas disposiciones establecen orientaciones para abordar los conflictos que hoy afectan a los pueblos indígenas. La importancia de la ratificación de este Convenio, que reconoce los pueblos indígenas como sujetos colectivos de derechos, establece a nuestro favor derechos de propiedad y posesión sobre las tierras, los territorios y los recursos naturales, derecho a la educación y salud etc. Dicho instrumento internacional ha permanecido en el Congreso Chileno a la espera de su ratificación desde 1991.
Es por ello, que lamentamos y rechazamos categóricamente la maniobra gestada por el gobierno y la comisión de relaciones exteriores de la cámara del senado, encabezado por el senador Roberto Muñoz Barra en el sentido de ratificar el convenio 169 de la OIT con una declaración interpretativa del articulo 35 del referido instrumento internacional, este procedimiento viene a anular todo el efecto evolutivo del convenio y no permitirá aprobar la declaración sobre los derechos de los pueblos indígena de la ONU.
Tal expresión viene a ratificar lo inhumano que es el actual sistema de administración neoliberal que sustenta el gobierno de la concertación ya que lo que pretende en forma engañosa es una brutalidad hacia los legítimos derechos que históricamente reclaman los pueblos Indígenas.
Ante este escenario llamamos a todos los senadores que cuando se discuta en la sala se rechace la interpretación y se ratifique el convenio tal cual lo estipula la OIT y, como fue ratificado en la cámara de diputados.
Al mismo tiempo llamamos a la central unitaria de trabadores CUT como parte integrante de la OIT a rechazar y a denunciar esta burda maniobra del gobierno y de la comisión RREE del senado Chileno.
Es Urgente que los pueblos Originarios de Chile estemos en alerta y nos movilicemos en rechazo de esta nueva estrategia de asimilación por quienes fomentan el racismo y la xenofobia.
En el mismo orden como Asamblea Mapuche de Izquierda, hacemos un llamado a todo el pueblo Chileno en sus distintas instancias orgánicas: Partidos políticos, sindicatos, Iglesias, Pobladores, jóvenes, etc. a solidarizar por nuestros derechos históricos como pueblos originarios. Así mismo, estamos seguros que una vez mas la solidaridad de la comunidad internacional estará con nuestros pueblos.
Marichiweu, Domingo Marileo, Unen Lonko
Asamblea Nacional Mapuche de Izquierda
Huelga de Hambre de Patricia Troncoso
”Una vez capturados serán procesados, como corresponde en un estado de derecho, después no me vengan con huelgas de hambre”, decía el ministro Secretario de Gobierno, Francisco Vidal, el 31 de diciembre recién pasado. Con llana displicencia aludía a la dirigente mapuche Patricia Troncoso, quien está internada en un centro asistencial de Chillán cumpliendo una condena a 10 años de prisión por quemar una finca en 2001. Según la portavoz indígena Marta Berretta, Patricia está muy grave -ha perdido 30 kilos desde que comenzó su protesta el 10 de octubre- y puede morir en cualquier momento.
Comunicado de Patricia Troncoso desde el Hospital de Chillán
Comunicado desde el hospital de chillan, a todos los hombres y mujeres que no pierden la esperanza y que no renuncian a la justicia y la construcción de una sociedad mejor:
Asamblea Nacional Mapuche de Izquierda
Huelga de Hambre de Patricia Troncoso
”Una vez capturados serán procesados, como corresponde en un estado de derecho, después no me vengan con huelgas de hambre”, decía el ministro Secretario de Gobierno, Francisco Vidal, el 31 de diciembre recién pasado. Con llana displicencia aludía a la dirigente mapuche Patricia Troncoso, quien está internada en un centro asistencial de Chillán cumpliendo una condena a 10 años de prisión por quemar una finca en 2001. Según la portavoz indígena Marta Berretta, Patricia está muy grave -ha perdido 30 kilos desde que comenzó su protesta el 10 de octubre- y puede morir en cualquier momento.
Comunicado de Patricia Troncoso desde el Hospital de Chillán
Comunicado desde el hospital de chillan, a todos los hombres y mujeres que no pierden la esperanza y que no renuncian a la justicia y la construcción de una sociedad mejor:
Desde este lugar quiero animarlos a seguir defendiéndonos de este sistema económico depredador, de la poca naturaleza que nos queda, inhumano porque cualquier proyecto económico en nuestro territorio mapuche vale más que nosotros, e inmoral porque nos ha dejado como única meta humana el dinero y el consumismo.
Este sistema ya no tiene vida propia, trabajan para ello políticos y todos los estamentos del estado que resguardan la economía y la inversión principalmente en nuestro territorio, donde no han dudado en utilizar todas las formas represivas que están a su alcance, para perseguirnos encarcelarnos o asesinarnos.
La dureza y la ceguera política al pretender controlar por la fuerza una demanda que tiene características históricas, sigue sintiéndose como que la historia de resistencia comienza cada vez que sale el sol para nosotros.
Tanto la presidenta Michelle Bachelet como su lazarillo Felipe Harboe le ha quedado grande el tema que de una u otra forma vivieron con el tirano Pinochet, tácticas que hoy se utilizan contra el pueblo indefenso y pobre.
¿Pero quien triunfara en esta batalla? Los mapuche son un pueblo que ha mantenido su bravura desde los Incas, colonialistas españoles y hoy hace frente a un gobierno cuya inclinación es a favor de los mas ricos sino como explicar en su discurso de apertura al dialogo, dialogar con los empresarios y por otro lado cerrarnos en la cara muchas veces la puerta de la moneda situación que hoy se sigue dando porque hasta el día de hoy a 105 días de huelga nadie se a acercado como personero de gobierno a dar una luz de esperanza para esta huelga que busca un poquito de justicia.
Todos sabemos que mi tema pasa por un poco de voluntad política o es que acaso se nos mira como presos políticos de segunda?
Debemos recordarles acaso a quienes luchan por la democracia sus actuaciones o proceder en contra de la tiranía de Pinochet, porque Pinochet para nosotros no se ha terminado, lo seguimos sintiendo en los caminos de los campos, en los allanamientos, en las persecuciones, encarcelamiento torturas y muerte.
¿Qué nos ha pasado? Qué paso con todas las esperanzas de "la alegría ya llega" si veo que mi pueblo sufre y lo reprimen. De que alegría, de la alegría que deben tener todos los ricos que disfrutan con sus familias las "soñadas vacaciones" gracias a la explotación de nuestra gente.
Como tarea pendiente seguir resistiendo seguir luchando no dejar que nos roben lo que cuando jóvenes teníamos en el corazón, los valores de justicia y verdad para encontrar la paz solo ese es el camino justicia y libertad.
Un gran abrazo aunque adolorida producto de la resistencia, pero nada que no se sane con su amor y apoyo, sigamos adelante
Hospital de Chillán WEUWAIN PU LAMIEN, CHEPA (22 de ener0 de 2008)
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