Sin duda este año será recordado como el año de los trabajadores. Aún tenemos en la memoria el mes de Mayo, cuando más de 5000 trabajadores de la empresa Bosques Arauco, perteneciente al grupo Angellini, toma la histórica decisión de irse a paro Indefinido. Se iniciaba entonces la huelga de los trabajadores forestales de la provincia de Arauco, movilización que buscó quebrar el actual código del trabajo y lograr la negociación por rama. Este paro correspondió a mejoras en las condiciones de trabajo y en los salarios. Un aumento de 40% de los salarios para todos los trabajadores en una empresa donde se llegan a pagar salarios de 40 mil pesos. Sin embargo, pese a los logros, la movilización concluye con la muerte del trabajador Rodrigo Cisternas, quien en un acto de defensa de sus compañeros tomó la decisión de enfrentarse a carabineros, siendo ultimado por estos últimos.
Con la consigna “A igual Trabajo, Igual Sueldo” En el mes de julio de desarrolla el paro de los trabajadores subcontratados de CODELCO. En las divisiones de El Teniente, El Salvador, Ventanas y Andina, se hace escuchar la voz de los trabajadores. Los altos valores del metal rojo no se condicen con la situación laboral de cada trabajador subcontratista. Exigen que la empresa estatal pase a la planta a los trabajadores que le prestan servicios, como lo señala la nueva ley de subcontratos.
Hace 100 años los obreros del salitre del norte grande, vivían duras condiciones laborales, sin legislación que los protegiera. Su única arma de reivindicación y defensa era la organización para conseguir mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Sus demandas eran más que justas. Eliminación del pago con fichas, comercio libre para evitar especulación de las pulperías, mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo, la creación de escuelas nocturnas para los obreros y la prohibición de destituir o remover a los dirigentes de los trabajadores entre otras. Los obreros se movilizaron y se reunieron en Iquique para exigir soluciones a la autoridad, pero estos respondieron con ametralladoras para destruir el movimiento. Contrario a lo que se pudo pensar, la masacre no consiguió acallar a los trabajadores, sino por el contrario, culminó con el nacimiento del movimiento obrero organizado en Chile.
Aún cuando han pasado 100 años, la historia de la escuela de Santa María no parece tan ajena a nuestra realidad actual. Hoy resulta imposible olvidarla, más aún tomando en cuenta que después de tanto tiempo seguimos dando las mismas luchas por Sueldos Dignos, Salud, Educación, Vivienda; en fin, derechos que debieran ser el principio básico de un gobierno que dice ser de igualdad.
Con la consigna “A igual Trabajo, Igual Sueldo” En el mes de julio de desarrolla el paro de los trabajadores subcontratados de CODELCO. En las divisiones de El Teniente, El Salvador, Ventanas y Andina, se hace escuchar la voz de los trabajadores. Los altos valores del metal rojo no se condicen con la situación laboral de cada trabajador subcontratista. Exigen que la empresa estatal pase a la planta a los trabajadores que le prestan servicios, como lo señala la nueva ley de subcontratos.
Hace 100 años los obreros del salitre del norte grande, vivían duras condiciones laborales, sin legislación que los protegiera. Su única arma de reivindicación y defensa era la organización para conseguir mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Sus demandas eran más que justas. Eliminación del pago con fichas, comercio libre para evitar especulación de las pulperías, mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo, la creación de escuelas nocturnas para los obreros y la prohibición de destituir o remover a los dirigentes de los trabajadores entre otras. Los obreros se movilizaron y se reunieron en Iquique para exigir soluciones a la autoridad, pero estos respondieron con ametralladoras para destruir el movimiento. Contrario a lo que se pudo pensar, la masacre no consiguió acallar a los trabajadores, sino por el contrario, culminó con el nacimiento del movimiento obrero organizado en Chile.
Aún cuando han pasado 100 años, la historia de la escuela de Santa María no parece tan ajena a nuestra realidad actual. Hoy resulta imposible olvidarla, más aún tomando en cuenta que después de tanto tiempo seguimos dando las mismas luchas por Sueldos Dignos, Salud, Educación, Vivienda; en fin, derechos que debieran ser el principio básico de un gobierno que dice ser de igualdad.
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